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SOR CÁNDIDA DE SAN AGUSTIN

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Un 15 de Febrero de 1.804 nacía Cándida, Gregoria, Faustina, María de los Dolores de Córdoba, (casi na), una Valdepeñera en el olvido que quiero hacer mención gracias a una estampa de las monjas Agustinas que me dieron hace pocos días.

Una santa mujer que de siempre quiso dar la vida a los demás, con bastante oposición y dificultades ingreso en el convento de Ntra. Sra. de Consolación de Alcalá de Henares vulgo de las Magdalenas en 1.826, aquí contraería una enfermedad, muy grave, atribuyendose su curación a una causa sobrenatural, el ilustre Eusebio Vasco nos aporta el informe medico:



D. Mariano del Gras, Profesor de Medicina de esta Ciudad de Alcalá de Henares

Certifico: por mandado del Sr. Vicario Genera de esta ciudad, que hace dos meses asisto, como Medico que soy de la Comunidad de Religiosas Magdalenas, a Sor Cándida de San Agustín, Religiosa en el expresado Convento, la que ha padecido todo este tiempo una verdadera Emotisis, o esputos de sangre pulmonar, acompañado de respiración bastante anhelosa, tos, privacion de sentidos repetidas veces, y calentura. A pesar de haber puesto todos los medios que el arte dicta para esta dolencia, con la prontitud y eficacia que la gravedad de los expresados síntomas exigían , administrándola al mismo tiempo todos los Sacramentos, ha subsistido en este estado hasta las doce de la noche del día once del actual, habiendose consultado parta su dolencia con varios Profesores, tanto de esta Ciudad, como de la Corte, pueblo de su naturaleza, y otros, no solo no ha conseguido alivio alguno, sino que complicandose su enfermedad con varios inconexos, y cada día mas peligrosos síntomas, se le añadió una Anasarca completa, convulsiones con saltos de tendones en el brazo y pierna derecha, subsistiendo la calentura continua todo este tiempo: todas las mañanas a las siete con esputos sanguinolentos, y lo restante del día esputando una linfa jabonosa en cantidad diaria de mas de un azunmbre. Por ultimo la convulsión del lado derecho se hizo continua, y paso a un verdadero tétanos de dichas partes, contrayendolas en términos que hace seis días la privo de todo movimiento; lo que unido a dos tumores como huevos escirrosos en el pecho derecho, quedandose todas las noches referidas con una respiración estertorosa, sudores colicuativos, y casi extinción de pulsos, se la dejo al cuidado de un Religioso para que atendiese a su alma, mediante a que ni la medicina, ni la naturaleza nada podían en tan deplorables circunstancias.   A la una de la mañana del día doce, no habiendo mediado mas tiempo que de una hora en que se hallaba en tan deplorable estado, llamado por las Religiosas, encontré la expresada paciente levantada, con todas sus fuerzas tan completas como en el estado sano, manifestado en su alegría movimientos violentos a efecto de su alivio no esperado. Habiéndola examinado prolijamente, todas su funciones estaban en un perfecto equilibrio, el pulmón sin esputos, ni sanguinolentos ni linfáticos, como también la respiración natural, perfectamente limpia de calentura, el impedimento del brazo y pierna derecha totalmente desvanecido, igualmente que la Anasarca y tumores escirrosos del pecho derecho. Por ultimo todas sus funciones, tanto vitales como naturales y animales, se hallaban en un estado sano, siguiendo desde este instante todos los Oficios de Comunidad con las demás Religiosas, en  cuyo estado subsiste hoy día de la fecha a las seis de la tarde. A consecuencia de este relato, no queda la menor duda de que su perfecto restablecimiento hasta el estado presente, no puede ser efecto ni de la naturaleza, ni del arte. La naturaleza no verifica la curación de las enfermedades sino por medios visibles, como son las cocciones y las crisis, esto es en las enfermedades agudas: que en las crónicas lo hace lentamente manifestándose el alivio muy poco a poco. El arte nada podía añadir a lo ejecutado, consultado por los mejores Profesores, máxime en el estado de moribunda en que se hallaba la paciente: por todo lo que se puede asegurar que la expresa la curación ni ha sido ni puede ser efecto de causa natura. Y para que conste donde convenga firmo la presente en esta referida ciudad de Alcalá de Henares a trece de Noviembre de mil ochocientos veinte y ocho -Mariano del Gras-.


Todo esto no lo digo yo, que lo dice un prestigioso medico de la época y lo firma para que conste, dicen que su repentina curación se debe a una reliquia de San Diego de Alcalá.

Al año siguiente de su enfermedad paso la vida en el convento con cargos menores donde conoció a dos paisanas, una de ellas María Dolores seria su sombra hasta el final de sus días. En 1850 paso a ser priora y empezó a tener la idea de fundar una orden en Valdepeñas, con bastantes dificultades como veremos adelante, en 1.853 paso al convento de las agustinas calzadas de Toledo.

Aun siguiendo Madre Cándida en Alcalá quiso tener la imagen del Niño Jesús, y un sacerdote se lo pudo comprar en Madrid, a partir de ahí la bendita imagen jamas se desprenderá de Madre Cándida junto con la imagen de San Felipe Neri a la que tenia mucho cariño. A Madre Cándida se le atribuyen muchos dones especiales, pero consta por muchos testigos su poder de profecía, agilidad y bilocación -sola y en compañía de San Felipe-; fue conocida y comentada su presencia en el frente cuando la guerra de Marruecos (1859-1860). El Niño Jesús del Consuelo le dijo el día de la gran batalla (30-XII-1859); en el frente apareció una extraña mujer socorriendo en una y otra parte a los heridos; habló la prensa de aquella mujer y lo recoge Pedro Antonio de Alarcón en su “Diario”. Posteriormente se sabría que la misteriosa mujer era la monja agustina de Toledo; así se plasmó en el grupo escultórico labrado en 1931 proyectado por don Vicente Rabasa, de Játiva, y ejecutado por don Antonio Blanca León, profesor de anatomía de la Escuela de Bellas Artes de Valencia donde se representaba a M. Cándida con un soldado agonizante y rodeada de ángeles.

Ya solo queda hablar de la fundación del convento en Valdepeñas  el 29 de mayo 1.857 adquirió el solar y escombros del convento que fue de trinitarios, en el que se invirtió mas de un millón de reales, cantidad que reunió Sor Cándida de limosna a excepción de  unos catorce mil reales de la venta de su patrimonio.

En 1861 muere Sor Cándida un Sábado Santo tal y como ella misma predijo, con la mala suerte de no poder ver terminado el convento, pero su paisana María Dolores puso el empeño necesario para que finalizara la obra pasando antes por varios pleitos con la familia que reclamaba los terrenos que Madre Cándida con tanto esfuerzo había adquirido para la fundación del convento, pero finalmente quiso Dios que el 24 de Marzo de 1.876 se instalaran las religiosas en Valdepeñas.
Otra parrafada de las mías, pero aquí tenéis el ejemplo que Valdepeñas es mas que folclóricas y es mas que rotondas, que tenemos un pasado de verdad, con gente ilustre de verdad en este caso una Santa Mujer.

Ahhh toda esta información esta sacada de documentos y varios libros oficiales, que no lo digo yo......

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