Lo hemos hablado antes, es mejor no decir nada y en el silencio contemplar el bello rostro del Nazareno, fijándonos con atención en los ojos de nuestros ancianos. En ellos se cumple con todas las letras, la manifestación de fe que proclamamos, la catequesis pública que lleva al Señor a aquellos que no tienen nuestra suerte de poder ir a verlo cualquier día del año.
Nuevamente de los momentos mas especiales y emotivos de la mañana del viernes santo.
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