Poco a poco, la salida se consuma y la hermandad impartiendo catequesis publica recorre las calles de la ciudad con la seriedad que merece.
El Señor que yace muerto en su sepulcro, se mece imponente al son de la mejor música, el largo y lento racheao de los costaleros, acompañado del cuerpo de curiales que le iluminan hacen de las mejores estampas en la calle de la Semana Santa de Valdepeñas.
Como venimos haciendo estos días, dejamos imágenes que valen mas que las palabras.
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