LO ÚLTIMO

Un ordago al pregón

- Si es de tu interés este artículo, apoyanos compartiendo en tus redes sociales favoritas y de esa manera también incentivando a tus amigos que crees les pueda interesar a que nos lean.


El pasado sábado 20 de marzo tuvo lugar el 25 Magno pregón de la Semana Santa en esta caso y siguiendo la absurded del orden rotatorio (para cuando una agrupacion de hermandades en condiciones) lo celebro la hermandad de la Misericordia y Palma que eligió a para impartir el susodicho a su hermano D. Alfonso Fernandez Ruiz, el que ya diera el pregón de la misma hermandad en el 2007.
Pongamonos en situación de lo que es un pregón en Valdepeñas del cual no suele haber un gran eco y si ya es de semana santa apaga y vámonos, en este caso la cosa era un poco diferente, en el 2007 hizo el que posiblemente fuera el mejor pregón hasta la fecha, las espectativas eran altas y cuando eso ocurre lo único que pasa es que las caídas suelen ser dolorosas de lo que fue un pregón digerible pero falto de carácter. Pero no todo fue regular pues el pregón tuvo grandes brotes de sentimiento, y acostumbrados a lo que se ve por aquí es de agradecer, en definitiva la gente se fue con buena sensación pero una sensación light. De todos modos doy la enhorabuena al pregón y pregonero, amigo Alfonso siempre tendrás un lugar en nuestro recuerdo y marco tu pregón como ya una leyenda de pata negra, tu que tan solo estuviste en Valdepeñas dos años e hiciste mas por la semana santa que muchos en toda su vida de cofrade. Muchas Gracias
A continuación un fragmento de lo mejor de la noche...

La cofradía de la Misericordia es, desde hace siglos, la que ha mostrado la imponente figura de la cruz del Calvario. Cofradía de barrio, ha sabido buscar una impronta de seriedad y recogimiento en su discurrir del Jueves Santo.
En Valdepeñas, Jesús es muerte redentora en el transido del Jueves Santo a la Madruga. La noche cerrada es su compañía y su barrio es bálsamo de amor que se esparce por toda la ciudad.
Desde la antigua capilla de San Andrés, hace la cofradía estación de penitencia. Y el santo patrón vela las horas del cortejo que se convierte en apostolado itinerante en las calles y plazuelas.
La cera se funde en las manos de los nazarenos que parecen ir marcando la senda de aquel hijo pródigo que volvió al amor del Padre. Es como si quisieran dejar marcado el camino, para que una virgen chiquita, no se pierda en busca de su hijo.
La Misericordia es pundonor cofradiero en su discurrir de noche de Jueves Santo.
Es andar costalero con paso firme y decido en busca de la luz de una resurrección que se ve lejana.
Es faja y costa, es golpe de llamador y un mitigado "al cielo con Ella" que deja el alma encogida por el sentimiento que se apena al paso de Jesús y María Santísima de la Palma
La "Virgen niña" que guarda su lamento para no entristecer a su pueblo. La Virgen que con orgullo de la maternidad muestra su dulzura. La Virgen que me encontré un día en una estancia parroquial y que, en la sencillez de su efigie, sin manto ni corona. Estaba recién llegada de su restauración y era como si aquella dolorosa siempre hubiera querido estar en dicha dependencia. Era como si su presencia inundara de belleza todo su entorno.
Y allí, en la humildad de aquella habitación de la iglesia vieja, entre enseres, cofrades, pusimos en su primera mantilla de blanca pureza. Un hermano de la cofradía, corrió a su casa para que su madre le dejara la querida prenda, y la madrugada de aquella noche de tertulia cofrade, cubrimos el delicado recogido de su pelo, ciñeron los primeros alfileres los pliegues de su semblante y mostró la Señora la belleza virginal de su esencia.

Virgen y Madre de la Palma,
¿por qué llora tu pueblo,
si cuando sales a la calle
todo se llena de gracia?
Ay Virgen mía del alma,
¿por qué se lamenta
esta tierra cuando
tu firme semblante
cruza el arco de una puerta
en caminar rutilante?

En su ermita llora el niño,
muy cerquita de tus lares,
y San Cristóbal mitiga su llanto
y con nanas lo consuela,
mientras gira por Balbuena
la Virgen de rojo manto.

Sigue llorando el niño
por calle d e Salesianas
y la Auxiliadora, Virgen Bendita,
canta una nana al Infante
que quiere, en Jueves Santo,
juguetear con las borlas
de un palio color amaranto.

Virgen, Reina de la Palma,
la Virgen de Consolación,
quiere darte la azucena,
que en sus manos de princesa
eleva a los altares.
Y cuando, de madrugada,
pasas cera de su casa,
el soniquete varales
rasga el eco de esta tierra
que con rachear costalero
va mostrando en la noche
como llora María,
por la muerte del madero.

Dime Virgen de la Palma
¿por qué llora Valdepeñas?
si eres sentido candor,
si eres Señorita de tu barrio,
si eres adalid del amor,
y te rinde pleitesía
un pueblo que te busca
en la noche y la mañana
con cánticos a María

Gloria a ti, Palma del cielo,
porque eres dulzura en el duelo,
alegría en la tristeza,
y en las penas eres consuelo.
Gloria a ti, Virgen del lozana,
que con fina blonda bordada saya
y candelería, y varal y peana,
muestras el dolor de una madre,
a un pueblo que al verte calla.

Ampara Madre bendita,
a tus acólitos y ciriales,
nazarenos de luz,
músicos y capataces.
Ampara a tus costaleros
que te llevan con gracia señera.
Gloria a ti Virgen bendita,
mi Virgen Valdepeñera.
Gloria a ti, Virgen hermosa
porque das consuelo a su alma,
ya ya no llora esta tierra.
Dios te salve
y Gloria a ti, Virgen de la Palma.


No hay comentarios